A menudo, en momentos de inspiración, recibo una invitación a un viaje espiritual pintando un cuadro. Inmerso en el velero de la historia, busco las cicatrices del pasado.
Testigo del tiempo actual de investigadores errantes, desentraño la verdad fabricada. Busco el camino celestial para tocar la luz en la oscuridad del cielo antiguo.
Como mensajero de una verdad mayor, busco santuarios y ciudades olvidadas. Reconozco los faros del tiempo de hoy en las vastas vistas de las llanuras.
Puedo sentir los refugios de los peregrinos perdidos, las ciudades de los soñadores, los muelles silenciosos que reconozco en el horizonte indistinto.